Beatriz Giovanna Ramírez - Foto: Fernando Prats
Beatriz Giovanna Ramírez
«En la voz y visión del poeta no hay fronteras ni abismos»
Entrevista de Graciela Oses // Analecta Literaria
«Cada día quiero escribir más simple y hablar en un castellano universal, de ahí mi búsqueda en la narrativa y la transformación de mi voz poética.»
En el «V Festival Internacional Palabra en el Mundo» la consigna es la Paz, una construcción no ordinaria como la Libertad y la Poesía. Sin embargo, para quien poetiza la palabra, esta construcción se vuelve quehacer y enseguida, constancia de urdimbre. Palabra que junto a otras, trabaja con los brazos activos y en el corazón. «La paz no es una utopía es una decisión de vida», dice la poeta Beatriz Giovanna Ramírez, en el final de un prefacio que conviene citar entero:
«Escribir es un acto que responsabiliza. La palabra tiene que estar unida y comprometida con el mundo y con la vida. Yo creo en los milagros, en el amor y la literatura, y creo aún más en el ser humano. Estoy convencida y esperanzada de que la paz es un camino que todos podemos andar de instante en instante. La paz no es una utopía es una decisión de vida.»
PALABRA VIVA.- Si la Poesía es un camino... ¿el cuerpo es una hoja de papel? Me refiero aquí a pensar cómo la poesía te escribe, qué se lleva al cuerpo y qué no.
BEATRIZ GIOVANNA RAMÍREZ.- Me imagino a la poesía con un cuerpo fecundo de mujer que redime y transforma a quien la escribe y; a quien la lee, lo alimenta con sus formas. La hoja de papel es el alma resistente que consigna el dominio y la seducción del lenguaje.
P. V.- ¿Sientes que unir voces cataliza tu poesía y de qué manera?
B. G. R.- Mi voz poética no es distinta a otras voces. Cuando escucho y leo poesía, comprendo que el pensamiento de ese individuo también me toca, su actitud e intención, su visión de mundo abarca todo lo que hay, es y somos. En la voz y visión del poeta no hay fronteras ni abismos, está la psique y la conciencia de cada uno de nosotros. La realidad percibida por los cinco sentidos. Lo doloroso es que destila pesimismo y desesperanza, el alivio es que es una voz sanadora, de ahí la magia de la poesía que libera, vacía y transforma. Los festivales de poesía, los recitales son poderosos, milagrosos, opera en cada uno una conciencia colectiva, la multidimensión entre lo humano y lo frágil, la palabra y lo real. Creo y siento que mi poesía hace catarsis y cataliza mi voz y la de otros, siempre para bien, porque evoluciono en la medida que escribo, aunque me avergüence de mis primeros intentos de hacer poesía, mis primeros textos todos ellos fueron importantes y necesarios para encontrarme para escuchar mi voz.
P. V.- Acerca del texto citado en FB, en el que afirmas (qué bello) que «La paz no es una utopía es una decisión de vida.» Necesito saber cuándo lo leíste.
B. G. R.- Estoy (casi) segura de haberla dicho, en el Corte Inglés en la apertura de los actos del V Festival Internacional Palabra en Mundo, y también, la digo y la reafirmo cada día. Estoy convencida de que si queremos cambiar el mundo y las condiciones que existen, tenemos que empezar a transformarnos nosotros mismos, lo que significa empezar a comprender nuestras acciones, sentimientos, emociones, pensamientos, etc., a cada instante. La paz no es una utopía es una decisión de vida. No llegará la paz por medio de ninguna ideología y sistema, no lo creo; llegará con la comprensión y la responsabilidad de sí mismo en relación con los otros.
P. V.- Reveladora la transformación desde el vacío. Implica que es necesario despojarse, antes ser transformado por la poesía. ¿Despojarse sería estar desnudo de convenciones, de prejuicios, de formas...?
B. G. R.- Cuando escribes te enfrentas a ti mismo, a tus miedos y carencias, a todo aquello invisible que opera en nuestro actuar; descubres presencias y lugares inhóspitos, te encuentras realmente solo pero lleno de ti. Y ser uno mismo en todas sus dimensiones buenas y no tanto, permite despojarse de moralismos, convenciones, estereotipos, trabas y tabúes sociales. Y te transformas, te reconoces como eres y es ahí cuando decides (como lo hice hace poco) cruzar la frontera e ir y dejar ese escrito, ese poema, ese microrrelato en la busca de algún lector. También está el compromiso que conlleva escribir, la responsabilidad que cargas. Cada día quiero escribir más simple y hablar en un castellano universal, de ahí mi búsqueda en la narrativa y la transformación de mi voz poética.
P. V.- ¿Cuál es la urgencia del poeta actual?
B. G. R.- La urgencia del poeta, modestamente creo que es la misma de todos los tiempos; es dejarse decir, perseguir, acechar la imagen y el sonido con el fin de hacer venir a la palabra.
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